No es una producción de alguna compañía innovadora ni un concept car futurista pensado por y para garantizar soluciones de movilidad sustentable. Es una creación particular –un one-off chino rudimentario– de un avezado mecánico interesado en viajar por escenarios remotos. Su proyecto es absolutamente artesanal. Emplazado en su automóvil personal, incorporó partes de otros vehículos para fabricar su artefacto anfibio.
Su invento debió someterse a varias pruebas para testear su eficiencia en ambas superficies. Al principio, instaló en motor en la zona delantera pero, luego de varias pruebas, comprobó que tenía problemas de filtraciones. La solución fue trasladarlo a la parte trasera del navío. Xiong Jian había creado un vehículo anfibio con sus propias manos.
El auto tiene una inmersión máxima de 20 centímetros y es capaz de transportar por el agua a cuatro ocupantes. Según informó el creador de esta ingeniería, el mismísimo Xiong Jian, la balanza denuncia un peso exagerado: "Calculo que por el desplazamiento que genera, basándome en los datos del coche, su peso es de alrededor de una tonelada". Su velocidad por agua asciende a 32 kilómetros por hora. El vehículo incluso puede navegar marcha atrás. Xiong Jian actualmente está trabajando en mejorar sus prestaciones: quiere que alcance una velocidad promedio de 40 kilómetros por hora y reducir su contaminación sonora.
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